Vídeo: La coronación de la reina Isabel de Inglaterra, gran oportunidad de la televisión (02-06-1953)

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Información del Diario ABC del 2 de junio de 1953.

Se organiza un grandioso plan de servicio continental
Revista Imágenes No – Do: Coronación en Inglaterra (02-06-1953)

El Consejo Privado de la Reina Isabel de Inglaterra, después de un maduro y discutido examen, acordó a primeros de diciembre de 1952 permitir la radiación sonora y visual de la ceremonia de la coronación de la Reina.

Winston Churchill mantuvo una oposición bien conocida, que fue solucionada con la exclusión de la parte religiosa de rezos y consagración en la Abadía de Westminter; se trata en primer término, de aliviar la fatiga de la Reina, sometida por la televisión a un esfuerzo de preocupación muy superior al que embarga en el plató a los mismos artistas profesionales, y, en segundo lugar, se quería suprimir la competencia que la televisión haría a la misma ceremonia.

El programa de radiación alcanzará definitivamente a todos los actos, desde la salida del Palacio de Buckingham hasta la Abadía, y a los que se celebren en el interior del templo; con exclusión de la parte puramente religiosa, que motivará una media hora de paralización, con proyección radiada de una imagen fija; será visible el tránsito de los nueve cortejos, la gran parada militar, el desfile aéreo de aparatos de las Fuerzas Aéreas; y también la aparición de la Reina con el duque de Edimburgo en el balcón del Palacio Real.

También fue autorizada la retransmisión radiada a diversos países del Continente europeo; los planes de esta difusión han sido convenidos en el cuartel general de la B.B.C. de Londres.

La Administración de Telégrafos de Francia se hará cargo en Douvres de la mencionada retransmisión. Desde finales de abril, los servicios de televisión se hallan ocupados en ensayos constantes, enviando los programas ingleses ordinarios, que están siendo recibidos en los aparatos franceses mediante un dispositivo de conversión de 405 lineas, que define la televisión inglesa, a la más perfecta de 819, que es la normal en Francia.

Las imágenes pasarán desde la estación de Alexandra Palace, en Londres, a la de Wrothamswingate (Doüvres), y de aquí al Monte Telégrafo (Caláis), para seguir al Monte Cassel, donde se bifurcarán hacia París y hacia Lille; desde esta última localidad se transmitirá a Bélgica por la ruta Flobecque, Bruselas y Amberes, en
cuyo punto será tomada la televisión por los servicios holandeses, que la encaminarán hacia Breda; y en nueva bifurcación, por vía Lopik y Eindhoven, penetrará por Rosrmond en territorio alemán. En Wupperthal la Nordwest Deutsche Kundfunk tiene instalado un relé central provisional para que las imágenes puedan ser recibidas en Colonia, Hamburgo, Francfort, Berlín, etc… La difusión sonora parece será extendida a toda Europa occidental, incluida a estación Radio Vaticano; la difusión televisada tendrá que limitarse a aquellos países que tengan servicios aptos para ella.

Las retransmisiones se aseguran mediante «haces hertzianos» entre puntos de visibilidad óptica, de ondas ultracortas y sistemas multicanales, es decir, con varias vías de comunicación. El paso de las imágenes a través del Canal de la Mancha se halla ya experimentado, en demostración pública, desde la retransmisión reciproca, de Francia a Inglaterra, del gran desfile último del 14 de julio en los Campos Elíseos de París.

En el caso de la coronación de la Reina Isabel, el receptor de la Torre Eiffel captará la emisión recibida en 405 líneas, para convertirla, mejorando la definición, al sistema francés para su difusión.

El programa estudiado comprende el radiorreportaje más colosal que se ha concebido por la técnica hasta ahora.

Especialmente para la televisión inglesa y para los servicios europeos, es la gran oportunidad de conseguir un grandioso ensayo de televisión continental, con seis horas de duración; que puede sentar las bases de un servicio de televisión que haga práctica y económica la extensión del mismo a países que no puedan sostener programas propios.

Esta oportunidad es ampliamente beneficiosa para los fabricantes de aparatos:
Sólo en Inglaterra hay instalados más de dos millones de receptores; se calcula que en todo el Continente será presenciado el evento por unos cien millones de telespectadores. La venta de aparatos es ahora de un centenar de millares mensualmente, en Inglaterra.

La captación del acontecimiento se ha encomendado a 21 cámaras de televisión; la ceremonia será filmada para su proyección unas horas más tarde en las salas de espectáculos de América y Canadá, y al dia siguiente, una película en colores será trasladada a Estados Unidos por servicios rápidos de aviación.

Crónica de Emilio Novoa para ABC

 

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